Somos criaturas complejas y a menudo parece que funcionamos en varios niveles a la vez.
A veces los resultados son impresionantes, como cuando un escultor crea o un futbolista marca un gol.
A veces los niveles entran en conflicto y se confunden entre sí, como cuando nos caemos de bruces mientras soñamos con un amante.
En cualquier caso, nos ayuda a entendernos a nosotros mismos si nos consideramos mentalmente polifacéticos. Creemos que hay buenas razones para la existencia de tres niveles de la mente, el sensoriomotor, el socioemocional y el simbólico.
Ideación: pensamiento e imaginación a nivel de operaciones formales. Es una extensión o aspecto emergente del nivel simbólico.
El nivel simbólico: los procesos lingüísticos; el pensamiento y la imaginación en el nivel de las operaciones concretas; las creencias y las técnicas (es decir, los "memes").
Nivel socio-emocional: percepción y comportamiento social; Instintos sociales y aprendizaje social; Imitación, conformidad, obediencia; El nivel preoperacional; Emociones más allá del simple dolor y placer.
Nivel sensoriomotor: reflejos, impulsos, instintos básicos, dolor y placer, además del condicionamiento. Es la primera extensión psicológica de nuestros procesos biológicos.
Procesos biológicos: procesos no mentales
Obsérvese que un mismo acontecimiento puede ser tratado como un estímulo, una percepción socioemocional y un mensaje que debe entenderse simultáneamente; del mismo modo, una acción puede ser simultáneamente una respuesta, un comportamiento socioemocional y una expresión simbólica.
Además, ten en cuenta que los niveles también están interconectados. La idea es que hay tres niveles de relación entre la "entrada" y la "salida", no que haya tres partes separadas en la mente. La tentación es ver los niveles "más altos" como algo "mejor". Pero esto no es necesariamente cierto: la cognición, por ejemplo, sólo está conectada indirectamente con los niveles inferiores y está "fuera de contacto" con nuestra naturaleza. Como un ángel sin cuerpo, no es totalmente humano.
Hablamos del aspecto "angélico" de nosotros mismos (nuestro lado filosófico o espiritual) y del aspecto "bestial" (nuestra biología), pero en realidad deberíamos hablar más de lo que los mantiene unidos: el aspecto socioemocional.
Como sugería Vonnegut, quizá necesitemos más (y mejores) instintos sociales, no menos. Aunque estos niveles se alcanzaron de forma independiente, la similitud con la idea del cerebro triuno es evidente:
Nivel sensoriomotor - Cerebro reptiliano (más o menos, el tronco cerebral)
Nivel socio-emocional - Cerebro paleomamífero (más o menos, el sistema límbico)
Nivel simbólico - Cerebro neomamífero (más o menos, la corteza cerebral)
▼ Fuente: Psicología oscura - Máxima Ligia - Cap. 1. -- Págs. 20-21