💻 Psicopatía
Conceptualización
La psicopatía o personalidad psicopática es un trastorno antisocial de la personalidad. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta social y no comporta ninguna anormalidad intelectual. Los enfermos de psicopatía (psicópatas) son personas que pueden cometer actos delictivos muy graves sin mostrar ningún tipo de sentimiento de culpa.
Afecta más a los hombres que las mujeres. Los psicópatas suelen llevar una vida aparentemente normal, aunque en ocasiones se salen de esa normalidad para protagonizar actos delictivos que pueden llegar al nivel de agresiones e incluso asesinatos.
Las personas a menudo asocian la palabra "psicópata" con una imagen de alguien que está loco y maneja un machete. La realidad es diferente, y esto puede hacerla más mortal. Es más probable que un verdadero psicópata sea ese desconocido encantador y apuesto que puede ganarse a su víctima antes de arruinar la vida de las víctimas en el proceso.
Curiosamente, algunas de las personas más importantes en los negocios obtienen puntajes altos en las pruebas de personalidad de psicopatía. Pero a medida que pasa el tiempo, cada vez es más común ver a la psicopatía como un problema más para la víctima y para la sociedad que un problema en la propia vida del psicópata. Los psicópatas pueden llegar a la cima de cualquier cosa que elijan porque no tienen que preocuparse por la indecisión compasiva que otros humanos van a experimentar.
Perfil de las personalidades psicópatas
La psicopatía, es como los otros representantes de la tríada oscura, la falta de empatía en acción. Este rasgo (su característica básica) convierte a la persona en alguien manipulador, poco confiable y desinteresado por los sentimientos de otras personas. Veamos más.
Se refiere a una condición psicológica que implica un encanto superficial, impulsividad y falta de emociones humanas comunes, como el remordimiento y la empatía. Alguien que exhibe suficiente de estos rasgos puede ser conocido como un psicópata. Estas personas son consideradas como algunas de las personas más peligrosas porque son capaces de ocultar sus verdaderas intenciones, a la vez que causan muchos problemas.
Cuando hablamos de rasgos de psicopatía, no hablamos directamente de un trastorno psicológico ni de un psicópata que cometa crímenes sino de una tendencia que no tiene porqué suponer un problema psicológico.
Los individuos con rasgos psicopáticos son personas egoístas, dominantes, manipuladoras, irresponsables, temerarias.
La característica principal de una personalidad psicopática es el bajo miedo y la ausencia de lo que entendemos como conciencia. Así mismo son buscadores de sensaciones y fácilmente violan reglas sociales y expectativas.
Además, tienen una gran falta de compromiso en las relaciones sociales y afectivas. Y muchos incluso evidencian promiscuidad sexual.
Muestran un comportamiento antisocial continuo, impulsividad, rasgos insensibles y crueles, empatía embotada, encanto superficial, indigno de confianza, falsedad o insinceridad, incapacidad para experimentar vergüenza oremordimiento ante el sufrimiento ajeno , falta de juicio y dificultades para aprender de la experiencia, insensibilidad en las relaciones interpersonales ordinarias.
Dada la vastedad de información sobre el tema, y para evitar una extensión agotadora al lector, lo referente a las características que definen el perfil de un psicópata, lo desarrollé con el detalle que corresponde, en el enlace que aparece a continuación:
Mitificación popular
Debido a que se trata actualmente de una materia bajo investigación y que no se ha empezado a conocer mejor hasta que no se han realizado estudios serios (aproximadamente a partir del año 2000 en adelante), la psicopatía es un tipo de personalidad habitualmente mitificada y mal entendida en la sociedad. De este modo, a través de películas y de la prensa popular (en algunos casos incluso prensa especializada en psicología), se ha transmitido una imagen exagerada o directamente errónea.
Un mito muy extendido es que los psicópatas no pueden o no sienten emociones. Tal como se ha explicado en la definición científica de la psicopatía, no se puede considerar a todos los psicópatas por igual. Hay psicópatas que pueden sentir perfectamente el espectro normal de emociones humanas y hay otros que no. Gracias a la nueva tecnología IRMF (imágenes por resonancia magnética funcional), se han realizado recientemente estudios que revelan que los psicópatas que tienen déficits emocionales, los tienen en todas las emociones.
Las personas generalmente asocian el término «psicópata» con la violencia y viceversa. Sin embargo, la psicopatía existe tanto en el mundo criminal como en el mundo civilizado, y muchos psicópatas no tienen ningún historial de violencia. Esto no significa que no haya psicópatas con tendencia a la violencia, pero lo contrario (que todos los psicópatas sean violentos) es igualmente falso.
Posibles causas que dan origen a las personalidades psicópatas
No existe evidencia real sobre las posibles causas del trastorno de personalidad antisocial; aunque se apunta que puede haber un factor genético que puede influir.
También suele citarse factores ambientales que contribuyen a su desarrollo, como el maltrato infantil y el abuso infantil. Por eso parece importante agregar como factor condicionante, el comportamiento de los padres y del entorno del enfermo durante la infancia y la adolescencia. Las personas de padres antisociales o alcohólicos corren mayor riesgo.
Muchos psicópatas han crecido en un ambiente de poca atención y poco cariño hacia ellos. De hecho, en muchos casos ya se ve un comportamiento psicópata durante la infancia, con continuos episodios de violencia hacia otros compañeros de escuela.
Las prisiones contribuyen en mucho a desarrollar esta afección en las personas.
Las personas que tienen por costumbre maltratar a los animales durante la infancia suelen estar ligadas al desarrollo de la personalidad antisocial.
También se cree que este trastorno en ocasiones puede tener su origen en daños cerebrales en el lóbulo frontal.
Tipos de relaciones que establecen los psicópatas
A pesar de que los psicópatas no conciben al resto como personas, sí establecen relaciones y vínculos, que suelen ser de tres tipos:
Asociativos: cuando un psicópata entra en contacto con otro u otros para obtener un objetivo común (también se suele denominar alianza). Dado que los integrantes del vínculo son narcisistas y ególatras, el apego solamente está justificado por el utilitarismo de tener un propósito común.
Tangenciales: cuando el psicópata encuentra una víctima ocasional en un encuentro puntual, donde utiliza sus tácticas coercitivas de forma temporal.
Complementarios: determinan una relación de doble vía, que habitualmente ocurre con un neurótico (este suele ser manipulado por el psicópata en una mal denominada «simbiosis»). En este caso la persona psicópata suele aprovecharse de la situación en los neuróticos culpógenos, neuróticos víctimas los cuales tienen un duelo casi perenne ya que no pueden sustituir al objeto perdido, es decir, que se sienten culpables de algo con deseos (siempre inconscientes) de autodestrucción sintomáticos. Muchas veces estas personas presentan una depresión con sentimientos de culpa que es aprovechada por cualquier psicópata generador de culpa o psicópata culpógeno.
Diagnóstico de la psicopatía
Para los especialistas no es sencillo diagnosticar la psicopatía porque hay muchas variables y muchos síntomas que también son comunes a otras enfermedades psíquicas. La simulación para obtener ventajas penales, el trastorno límite de la personalidad o la locura transitoria son trastornos mentales que presentan signos parecidos.
El médico, en cualquier caso, debe hablar mucho con el paciente y observar su comportamiento para tratar de diagnosticar la enfermedad. Esta observación irá acompañada de diversos análisis para conocer el estado de salud general.
Psicopatía y seducción
La seducción es la base que permite el acto psicopático y se produce mediante una transferencia bidireccional donde la propuesta del psicópata encuentra eco en las apetencias del otro, dado que una característica fundamental de la personalidad psicopática es la habilidad para captar las necesidades del otro. Este mecanismo se articula cuando el psicópata convence al otro de que él le es infinitamente necesario para suplir necesidades irracionales que este no puede detallar.
En la seducción el psicópata necesita que el otro esté de acuerdo, para lo cual usa la persuasión y el encanto, por lo que es bidireccional; hay un consentimiento por parte de la otra persona, a diferencia de lo que ocurre en las relaciones tangenciales donde el psicópata actúa unidireccionalmente mediante la violencia, que constituye una agresión desde una posición de poder. Aquella bidireccionalidad podría ser debida a que la mayoría de psicópatas son conscientes de las consecuencias judiciales de sus actos.
Neurología y psicopatía
Actualmente se ha desarrollado un escáner que lee la zona del cerebro que contiene nuestras intenciones, antes de realizarlas, y se baraja la posibilidad de usarla en un futuro para descubrir nuevos casos de psicopatías. Este escáner o tomografía por emisión de positrones (PET en sus siglas en inglés), permite leer la actividad del cerebro ante determinados estímulos.
Los niños con rasgos psicópatas mostraron respuestas anormales dentro de la corteza prefrontal ventromedial (área de Brodmann) durante errores de retracción castigados, en comparación con niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad y con los niños que no padecen ninguna de las anteriores (niños sin discapacidad). De acuerdo a nuestro conocimiento, este estudio proporciona la primera evidencia de la sensibilidad de la corteza prefrontal ventromedial anormal en niños con rasgos psicópatas, y demuestra que esta disfunción no es atribuible al trastorno de déficit de atención comorbido/hiperactividad. Estos resultados sugieren que los daños en el aprendizaje de retractación en pacientes con rasgos psicopáticos de desarrollo están relacionados con el procesamiento anormal de la información de refuerzo.
Los psicópatas muestran menos actividad en áreas del cerebro relacionadas con la evaluación de las emociones vinculadas a las expresiones faciales, según señala el estudio publicado en la revista British Journal of Psychiatry. En particular, son menos receptivos a los rostros que expresaban temor, que las personas que no sufren trastornos ni comportamientos anormales. Según los expertos, esto puede explicar ―al menos parcialmente― la conducta psicópata.
En agosto de 2009, Declan Murphy, Michael Craig y Marco Catani, del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres, encontraron que los psicópatas tienen conexiones defectuosas entre la parte del cerebro que lidia con las emociones, y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones.
Según el experto Hugo Marietán, un psicópata no debe considerarse un enfermo, sino un ser anormal con una estructura mental diferente a la norma del resto de la sociedad, e incapaz de adaptar su conducta.
Psicopatía y violencia doméstica
Es posible establecer una relación específica entre este tipo de violencia y la psicopatía, lo que influye directamente en las formas de tratamiento y reinserción social de los agresores, estén o no encarcelados. En los años noventa, el psicólogo Robert D. Hare (1934-) desarrolló una investigación utilizando un instrumento creado por él llamado PCL-R (psychopathy checklist-revised: ‘lista revisada de verificación de la psicopatía’), en el que lo aplicó a un grupo de hombres que participaban, voluntariamente o por orden judicial, en programas de tratamiento para agresores de esposas.
La creación de un método preciso era necesaria debido a la dificultad de identificación de los sujetos con psicopatía, considerando que se trata de un trastorno poco evidente en la mayoría de los casos, en los que los sujetos presentan conductas consideradas socialmente normales.
Al final de la investigación, los resultados mostraron que el 25% de los participantes eran psicópatas, lo que le hizo creer que el porcentaje era probablemente similar al de los demás agresores, que no estaban en tratamiento.
Tratamiento y medicación de la psicopatía
El tratamiento de estos casos, que busca la reinserción del paciente, resulta muy complejo y difícil debido a su personalidad y a la gran capacidad de manipulación que poseen, además de que su motivación es escasa. Hay que someterle a sesiones de preparación para intentar que conozca el ámbito afectivo y aprenda a ponerse en el lugar de otras personas. Hay que entrenarle para el desarrollo de sus virtudes emocionales y para lograr que tenga relaciones sociales.
Las diferentes investigaciones han demostrado que el tratamiento es más eficaz cuando se trata de jóvenes que aún no han desarrollado de forma sólida la personalidad psicopática, especialmente si son psicópatas secundarios en vez de primarios.
Actualmente, existen programas de tratamiento de delincuentes juveniles con una puntuación alta en psicopatía que presentan resultados favorables. El tratamiento farmacológico se centra en un síntoma concreto (por ejemplo, litio si el sujeto es muy agresivo) y el único fin es que los sujetos sean más dóciles en la terapia, es decir, es algo temporal.
La terapia conductual demuestra que responden mejor al refuerzo positivo (especialmente si es monetario), que al negativo.
La terapia familiar e interpersonal se centra en las relaciones con los demás. Los estilos educativos con un uso excesivo del castigo pueden provocar síntomas predecesores de la psicopatía. La psicóloga española María Laura López Romero, autora de esta teoría, añade que la investigación se vea influenciada por la herencia de los padres y que el uso excesivo del castigo se puede deber a una necesidad de los padres de imponer su autoridad debido al comportamiento del hijo.
Tras analizar las diferentes investigaciones, se puede argumentar que se produce una mejora tras la intervención cuando:
- Los sujetos son menores de 30.
- La eficacia disminuye conforme aumenta la edad del sujeto.
- El tratamiento se prolonga en el tiempo.
- Los sujetos son delincuentes.
- La puntuación en psicopatía es baja.
- La aplicación se realizaba en contextos penitenciarios y residenciales.
Aun así, los estudios son escasos, por lo que las conclusiones no son claras
Es muy difícil conseguir que un psicópata deje de vulnerar las normas sociales y legales. Durante el tratamiento el psicópata no suele implicarse en la búsqueda de su curación. La ciencia ha intentado lograr una solución farmacológica, pero en este momento todavía se ha logrado.
Prevención de la psicopatía
Dada la dificultad de curar esta enfermedad, la mejor manera de intentar prevenirla es intervenir durante la infancia porque es el momento en el que se está creando la personalidad. Pueden seguirse ciertas pautas:
- Hay que observar a los niños y desenmascarar los casos de engaño hacia otros niños. Cuando el niño presume de haber engañado a un amigo hay que hacerle ver lo negativos que han podido llegar o han sido sus actos.
- Hay que ser muy rigurosos y mostrar un comportamiento siempre respetuoso y no saltarse las normas. Los niños aprenden viendo a sus padres y deben contemplar siempre una actitud correcta.
- Enseñar a los hijos a no ser vengativos.
- Cuando el niño hace daño a alguien hay que hacerle ver que lo ha hecho mal y que debe disculparse.
- Si estas pautas se repiten, es necesario recurrir a la atención médica para intentar atajar un problema que puede ser grave.