💻 Narcisismo
Hablar sólo de sí mismo y no interesarse por las personas del entorno es un rasgo narcisista. Se trata de una tipo de personalidad en la que destacan comportamientos de superioridad y de grandeza y que es difícilmente tratable.
¿De dónde proviene el término narcisismo?
La palabra narcisismo proviene de la mitología griega, en concreto, de un joven llamado Narciso que se enamoró de su propia imagen reflejada en el agua de un estanque. Sin embargo, en psicología el narcisismo no hace referencia únicamente a la vanidad, sino que también se caracteriza por una fuerte tendencia al egoísmo y a una necesidad constante de poder y admiración por parte de los demás.
¿Qué causa el narcisismo?
Acerca de la causa responsable de esta personalidad, la experta Sonia García, psicóloga del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, hace referencia a las experiencias tempranas en la vida, relacionadas con la negligencia o con la sobreprotección en la infancia: “Por ejemplo, el hecho de haberse criado con unos progenitores sobreprotectores que jamás han puesto límites y han sobrealabado a su hijo, creando este una imagen de sí mismo como de ser superior sin limitaciones en conducta”.
Por otro lado, “puede darse que haya crecido en un ambiente donde la persona se ha sentido invisible, no vista y no escuchada. Va desarrollando patológicamente características de personalidad que le llevan al punto contrario, que sería el de ser visto a toda costa y magnificado”, añade García.
Perfilando la personalidad narcisista
“Porque yo… y porque yo… y porque yo.. y porque yo…”. En resumen, tú y solo tú. “Habitualmente, detrás de alguien que habla demasiado de sí mismo y muestra poco interés por los demás hay una persona encantada de conocerse y con rasgos de personalidad narcisista, que no necesariamente un trastorno de personalidad narcisista”, explica Sonia García, quien añade que el rasgo principal de la personal narcisista tiene que ver con que la persona necesita de forma constante ser admirada.
Las personas narcisistas son falsas y manipuladoras
Las primeras impresiones que podemos llegar a tener de una persona narcisista es que tiene un gran encanto y amabilidad, pero su único objetivo es aprovecharse de los demás para conseguir sus propios logros independientemente del daño que pueda ocasionar a los demás. Se asocian a una tendencia a utilizar a las personas de su entorno, como consecuencia de la marcada característica de manipulación de sus actos en relación con los demás.
Además de eso, este enamoramiento y aparente seguridad que tienen hacia ellos mismos hacen que se crean superiores al resto llegando a pensar que son extraordinarios y que sus capacidades están por encima del resto, lo que los lleva a ser egocéntricas y a intentar codearse únicamente con personas que considera de su mismo “nivel”. Sin embargo, aunque parezcan ser muy seguros de sí mismos, esta seguridad es totalmente superficial escondiendo detrás de esta máscara, una muy baja autoestima.
En definitiva, son personas que se pueden mostrar amables con aquellas personas que las admiran o que les pueden proporcionar un beneficio, pero esta amabilidad nunca es desinteresada.
La personalidad narcisista necesita de la admiración de los demás
Estos perfiles tienden a centrarse en sí mismas, a fantasear con un poder ilimitado por lo cual necesita recibir constantemente la admiración de los demás y frecuentemente, aunque no lo demuestre, envidia los éxitos ajenos.
Lo anterior los hace creer ser merecedores de un trato exclusivo y único, están obsesionados con la opinión que puedan tener de ellos: “Si no son reconocidos o criticados, se enfadan o se ponen a la defensiva, experimentando sentimientos muy intensos, pudiendo incluso llegar a la violencia y/o agresión”.
Todo ello provoca que establezcan relaciones complicadas, que pueden calificarse de tóxicas al haber una desigualdad de base: los narcisistas buscan establecer relaciones con personas que les brinden admiración, afecto e idealización, con las que sientan que su ego está continuamente elevado.
Las personas narcisistas carecen de empatía
Las características descritas llevan a la persona con rasgos narcisistas “a estar tan pendiente de sí misma y obsesionada con su propia persona que las necesidades emocionales del resto le importan muy poco o nada”, señala García. Por ello, la psicóloga afirma que la empatía en estos casos es prácticamente inexistente, es decir, no se identifica con los sentimientos ajenos y no le importan en absoluto las otras personas, aunque sí obtener algún beneficio de ellas.
El narcisista padece de aires de superioridad
En la mente de un narcisista, no solo son especiales, sino que son superiores a todos los demás. Se consideran a sí mismos como una mejor especie de persona, más alta de lo que sería la gente normal. Y porque un narcisista cree de esta manera, sus comportamientos van a cambiar. El comportamiento que se ve en un narcisista reflejará la autoestima que tiene la persona.
Esto se piensa a menudo como la idea de que una persona se ama demasiado a sí misma. Esta es una definición cercana pero bastante correcta para alguien que es narcisista. Puedes tener amor propio sin ser considerado un narcisista. No son pocas las personas que exhiben este perfil.
Alguien que es perfilado como un narcisista, es probable que tengan una autoestima excesivamente inflada, como ver que su vida es muy especial y una de las más importantes de toda la historia. Si esto se ha inflado lo suficiente, pueden ver que son los más importantes en todo el mundo.
Además, este tipo de personalidad presenta aires de grandiosidad y superioridad desmesuradas, acompañado además por el orgullo, el egoísmo y la falta de empatía, que es la resultante de creerse mejor que los demás. Por tanto son del tipo de personas que no aceptan un NO por respuesta a cualquiera de sus propuestas, e incluso, se aprovechan del hecho que a muchos les cuesta decir No a sus designios, y que por cierto, en el campo de las relaciones sexuales de parejas, puede ser causa de conflicto por la presión del narcisista a satisfacerse con su mujer, pese a su negativa.
En consecuencia, tal tipología lleva al narcisista a desarrollar un comportamiento arrogante y soberbio: cree que solo aquellos que son de su estatus son merecedores de pertenecer a su círculo selecto y cerrado. Es que considera a los demás indignos de su atención o amistad.
El narcisista tiene una autoimagen positiva aunque poco realista. Por lo general, tienden a exagerar sus logros, conocimientos y capacidades (si es que verdaderamente tienen alguno), fantaseando con grandes éxitos, que los lleva a una visión de sí mismos en la cual se ven y sienten como personas especiales, únicas y exclusivas.
Entonces, no es de extrañar, que también se sientan merecedores de privilegios esperando un trato especial por su concpto autoinfundado de exclusividad y grandeza.
Las personas narcisistas tienen autoestima conflictiva
Tienen una autoestima inestable y frágil, lo que los hace extremadamente sensibles a las críticas que cuestionan su supuesta superioridad. de manera que al ser altamente susceptibles a la información negativa y desafiante pueden reaccionar de forma violenta,
Algunos de los signos o manifestaciones externas de este aspecto incluirían la incapacidad de la persona para aceptar cualquier desacuerdo o crítica de cualquier tipo. Incluso si sienten que alguien está tratando de criticarlos, les será difícil lidiar con esto. Este tipo de persona también siente la necesidad de que otros estén de acuerdo con ellos todo el tiempo y les gusta que los adulen. Si usted está cerca de alguien que parece tener siempre una necesidad constante de elogio, reconocimiento y aprobación, y si parece que organizan sus vidas para darles acceso constante a aquellos que llenarán esta necesidad, entonces es probable que usted Se trata de alguien que es narcisista.
Los narcisistas odian -y tratan de evitarlo por todos los medios- sentirse débiles o mostrar fragilidad debido, precisamente, a que en lo profundo de su ser, es así como se sienten: tienen una autoestima baja, aunque hagan todo lo posible por ocultarlo tanto a sí mismos como a los demás.
Términos como gaslighting, body shaming y hoovering se han hecho populares para aludir a ciertos comportamientos de relaciones disfuncionales. Algunas personas son más propensas que otras a utilizar estas técnicas, entre ellas, las narcisistas o egocéntricas.
(Fuente)
¿El narcisismo se puede tratar?
El problema es que una persona narcisista no acude habitualmente a consultar para tratar este problema porque, en general, “están encantadas de conocerse”, insiste García. De hecho, prosigue, “cuando hay algún individuo con estos rasgos en consulta es por algún otro motivo, pero tiende a dejar claro que es un ser superior e, incluso, que más que el propio psicólogo en consulta sobre su trabajo psicoterapéutico, con una actitud casi desafiante”.
De todas maneras, la experta aclara que con un “buen vínculo terapéutico” se puede trabajar poco a poco en la toma de conciencia de los rasgos de personalidad, la influencia que se tiene sobre sí mismo y sobre los demás, de cómo genera rechazo y malestar, y qué herramientas necesita para aprender a relacionarse consigo mismo y con los demás desde el respeto, “de manera funcional y sana”.
Asimismo, “se trabaja en la historia de vida de la persona para conocer cómo se ha conformado su personalidad y por qué tiene estas características, haciendo un trabajo de intervención en trauma psicológico”, subraya.
Eso sí, la psicóloga aclara que el narcisismo no tiene cura, pues es “un conjunto de características de personalidad que pueden gestionarse diferente de una manera menos patológica y más funcional, pero no ‘curarse’ como tal, como sí se ‘curaría’ una depresión, por ejemplo”.
¿Cómo actuar con una persona narcisista?
Convivir con una persona narcisista en el entorno puede tener consecuencias devastadoras, sobre todo, en la autoestima. De acuerdo con García, “la persona narcisista te manipula continuamente para conseguir sus objetivos, pero no sólo eso, sino que para brillar más tiene que apagarte a ti, de modo que provocará que te sientas inferior porque no concibe que haya alguien superior a ella en ningún aspecto”.
Así, el narcisismo tiende a ridiculizar, a invalidar, a ignorar y a poner trabas para conseguir las propias metas. “En definitiva, te hará sentir muy mal y, además, culpable, porque tratará de manipularte para que entiendas que si estás así de mal es porque tú quieres, porque no te esfuerzas en ser o estar mejor y que, encima, deberías dar gracias de que una persona como ella (la narcisista) haya decidido dedicarte tiempo o espacio en su vida”, informa la experta.
Por todo esto, García recalca que es importante tener claro cuáles son los rasgos de esta personalidad para poder detectarlos. En caso de sospechar, “mi recomendación es pedir ayuda profesional para que se pueda identificar qué está pasando, cómo poner límites e, incluso, cómo salir de ahí”.
Por último, la experta declara que contar con gente con la que compartir estas experiencias y que pueda valorar la situación con perspectiva también resulta conveniente. Y es que, “desde dentro, por la manipulación, a veces es complicado incluso cuestionarse mínimamente que ahí está pasando algo”, concluye.