Es el nuevo tema de moda, y se sitúa a la salida del armario que está viviendo ahora la psicología cotidiana. Temas como la depresión, la ansiedad, la tristeza crónica y en general, la adaptación que nos está tocando vivir en estas nuevas reglas del juego, ha traído a la empatía hasta primera línea de interés. La razón es que por fin nos hemos dado cuenta de que necesitamos de los demás y de su comprensión mucho más que nunca, porque ya no podemos dar nada por hecho. Toca apoyarse más que nunca: si el 'crush' de tu amiga no le pone interés al asunto o tu pareja se ha quedado sin trabajo, debes recordar quién eres tú para ellos y saber que también te necesitan, incluso aunque no estés en tu mejor momento. Al final, toca (también) repensar la manera en la que sentimos, a nosotros y a los demás.
Por eso es que menudo se escucha hablar de la "empatía" y de lo importante que es para poder trabajar bien y manipular a la gente, y no puedo sino estar de acuerdo con los que apoyan esta postura.
La empatía es un talento increíble que puede ayudarte a obtener una gran ventaja en tu trabajo de manipulación y deberías desarrollarla al máximo. La empatía es esa capacidad mental que te permite comprender inmediatamente el estado de ánimo de tu interlocutor o la situación en la que te encuentras y te impulsa a ajustar tu lenguaje y tu actitud en esa situación en consecuencia.
¿Qué es exactamente la empatía?
Si en algo coincidimos todos es en pensar que somos empáticos y que los demás nos importan casi tanto como nosotros mismos. Probablemente estemos en lo cierto: que lo daríamos todo por ellos. Pero eso no es la empatía.
La empatía es, literalmente, la capacidad de meternos en la piel del otro. "Sentir empatía hacia otra persona es una señal de confianza. La empatía es atenta, compasiva y atractiva, favorece el aprecio emocional y el reconocimiento del otro, y esto contribuye en gran medida a hacer del mundo un lugar más agradable, amable y seguro", dice Raven Digitalis, autor de 'La empatía cotidiana'.
La empatía, en pocas palabras, te salva de cometer muchos errores, como contar un chiste verde durante el funeral del abuelo de tu mejor amigo. Tal vez el chiste sea gracioso pero el contexto es erróneo. La persona empática lo entiende y prefiere contar el chiste verde en el bar al día siguiente y limitarse a dar el "pésame" al amigo. Entiendes que la situación no requiere ese tipo de humor y no lo haces. La persona empática comprende el miedo y el desconcierto de alguien que ha perdido su trabajo en cualquier momento y tiene una hipoteca que pagar, y persiste en ofrecer ayuda o al menos una palabra de consuelo. Los que no son empáticos no tienen estos pensamientos y, de hecho, la situación de esta persona no les resulta ni fría ni caliente y siguen actuando como siempre.
El empático es una persona cuyo "don" natural es sentir demasiado y comprender las emociones de los demás. Sin embargo, hay varios tipos de empáticos con diferentes talentos y ciertas habilidades.
Aunque muchos dirían que sentir demasiado y tener compasión por cada criatura viviente es un regalo, los empáticos ven su regalo como una maldición a veces debido a la crueldad y negligencia de otras personas.
Los empáticos suelen ser aprovechados, utilizados emocionalmente y pisoteados por su sensibilidad, sin embargo, nunca se quejan porque saben que no a todos les importa como a ellos les importan los demás. ¿Te consideras empático?
Muchos manipuladores (de hecho, los mejores) son muy empáticos, tienen un gran talento natural para entender el estado de ánimo de otras personas y poder utilizarlo a su favor en las labores de manipulación, ésta siempre será muy exitosa.
✅ Hitler era muy bueno para empatizar con la multitud y darles lo que querían. La situación en Alemania después de la Primera Guerra Mundial era muy difícil y el futuro Führer comprendió los sentimientos del pueblo alemán y los manipuló (pero no tanto, si hay que decirlo) para que pensaran que sus ideas coincidían con las suyas y eran lo que Alemania necesitaba.
La empatía también es muy útil en el amor y te permite entender, por ejemplo, cuándo tu pareja necesita tu apoyo emocional y cuándo es mejor que te mantengas alejado porque tu pareja tiene literalmente un demonio en él.
En resumen, estos son los beneficios de la empatía:
- Puedes establecer relaciones muy profundas con la gente.
- Las personas empáticas nunca tienen demasiados problemas para hacerse amigas de alguien.
- La capacidad de escuchar a la gente es mucho mayor, por lo que la recopilación de información útil para la manipulación será un juego de niños.
- Ganar la confianza de la gente más fácilmente.
¿Y cómo puedo saber si soy empática o no?
"La clave es la conciencia emocional", dice Alicia Aradilla, socióloga especializada en neurolingüística. "Se trata de saber distinguir tus emociones para poner un lenguaje específico a cómo te estás sintiendo. Y esto sólo se consigue con la respiración consciente. Es un secreto a voces, pero es así", prosigue. "Y es que sólo cuando soy capaz de identificar mi emoción, también identifico la calidad de mi escucha", termina la experta.
No es lo mismo ser empática que simpática
"Ser simpático es tener un comportamiento agradable buscando la aprobación del otro, pero eso no significa que te estés identificando con la emoción del que tienes enfrente, lo que es muy frustrante, sobre todo para el otro. Empatizar es ayudar al otro. Los simpáticos buscan ayudarse a sí mismos a través de la aprobación social. Los empáticos ayudan al prójimo, sea lo que sea que piensen de ellos; eso no es lo que les importa", concluye Aradilla.
¿Por qué estamos bajo mínimos de empatía?
La velocidad de nuestro estilo de vida actual provoca en el individuo mucha ansiedad e impaciencia. Estamos acostumbradas a esperar sólo un segundo desde que tocamos la pantalla del móvil hasta que obtenemos el resultado. Ahora mismo, hasta el ascensor de toda la vida nos parece que tarda en llegar más de lo normal. Nuestro cerebro está acelerado.
"Se trata de un estado bajo de la ansiedad. Cuando te sientes impaciente, ahí detrás está la ansiedad, aunque sea de muy suave de moderada, pero es ansiedad, y si lo sumas a que el ordenador va lento, o no te cogen una llamada a la primera, el malestar aumenta, y esto dificulta la empatía. Y cuando estás ansioso, el trabajo de identificar es más complicado", explica Alicia Aradilla.
Y a ello le tenemos que sumar que las redes sociales nos hacen olvidar inconscientemente que tras cada perfil de personas desconocidas se encuentra un ser humano de carne y hueso que siente, piensa, llora, ríe, teme y tiene necesidades fisiológicas.
¿Conoces las neuronas-espejo?
"La empatía tiene mucho que ver con ellas. Se encuentran dentro del cerebro, en la zona que involucra a la gestión emocional y que nos facilita la conexión y el vínculo que nos hace entender al otro. Son las responsables de que nos den ganas de llorar cuando vemos sollozar a alguien", dice Inma Aldea, psicóloga experta en neuromarketing, facilitadora en disciplina positiva, y co-fundadora de Syndeo, Centros de Psicología y Logopedia.
La empatía, obligatoria para el trabajo en equipo
La empatía cada vez se valora más y se tiene muy en cuenta en las entrevistas personales de trabajo. De hecho, la inteligencia emocional (una de sus patas es la empatía) ya se encuentra entre las 'top 5 soft skills más demandadas en los perfiles profesionales del 2022, según Deusto Salud. "Entender al otro significa trabajar mejor en equipo y, por tanto, un mejor desarrollo de todas las actividades colaborativas, e incluso una mejora en la faceta individual", afirman desde el centro de formación a distancia en el sector de la salud. Cuando alguien te cuente algo importante o que le preocupa, "simplemente escucha, no trates de eliminar su dolor", dice Ixi Ávila, 'coach' de inteligencia emocional. "Empatizar no es aconsejar, educar, interrogar, comparar, solucionar o tener las palabras perfectas. Empatizar es escuchar", remata la experta.
Tras la pandemia, la empatía se ha convertido en una de las cualidades más valoradas en el ejercicio del liderazgo. Según un estudio realizado por el CEMS, Alianza Global de Escuelas de Negocios, entre más de 1.700 exalumnos y asociados en 71 países, la empatía ha subido cinco puntos (del 38 % al 43 %) respecto a las encuestas previas a la pandemia.
No podríamos vivir sin los nuestros
Y si en el terreno laboral es importante, imagínate en el personal. Por eso es tan importante tener amigos. Piensa en lo que suponen ellos para ti. Y ahora dale la vuelta: exacto, eso es lo que tú eres también para ellos. Y recuerda que los abrazos ahora se han convertido en bandera,además de ser supersaludablesy generar endorfinas (las hormonas de la felicidad).
Según el investigador Diego Redolar, de la Universitat Oberta de Catalunya, la empatía tiene un componente genético, pero también tiene que ver con la experiencia y la educación recibida. Según los últimos descubrimientos neurocientíficos de la Universidad de Cardiff en un estudio encargado por Mattel, por ejemplo, el juego con muñecas estimula a los niños a hablar sobre las emociones y los pensamientos de los demás. Y otro dato: se puede ejercitar. "El cerebro es mucho más plástico (flexible) de lo que crees". Aquí van diez pautas para entrenarla:
- Sé consciente de que te estás despertando por la mañana y saliendo del mundo de los sueños. Haz una mini-meditación de 5 minutos mientras te vas despertando, concentrándote en tu respiración.
- Cuando desayunes, observa cada alimento que ingieres tomando en consideración a los 4 elementos que han formado parte del proceso de creación de esa tostada de pan, del café, de la leche, de la fruta, del té...
- Explora expresiones artísticas a las que no estás acostumbrada. Si no lo has hecho nunca, visita una exposición de arte abstracto, compra entradas para ver una película de un director que no conoces o prueba un tipo de cocina que nunca hayas degustado. Disfrútalo todo sin ningún prejuicio.
- Practica la escucha activa. Cuando alguien te esté contando algo que le preocupa, haz un esfuerzo por parar tu "cháchara mental" y concéntrate solo en lo que la otra persona te dice, como si no hubiera nada más importante en el mundo (esa persona podría estar incubando una depresión, y tú sin enterarte). La curiosidad genuina aflorará en ti y te llevará a hacer preguntas y saber más, con lo que la otra persona se sentirá aliviada y comprendida.
- No hagas juicios. Cada persona es un mundo, y lo que sirve a una, a otra ni le viene ni le va.
- Cuando alguien comparta contigo un secreto o algo que le preocupa, conecta con tu propia alegría o tristeza, según el momento; te serás más fácil empatizar con esa persona.
- Da espacio, lugar y permiso para que la otra persona se desahogue libremente. Solo trata de acompañarla, no estés preocupada por lo que creas que ella espera que le digas o le hagas. ¿Qué está mustia y solo escucha música bajonera? No juzgues, porque además de que (casi) todo tiene una explicación, las personas tienen sus propias razones para sentirse como se sienten, y eso siempre es absolutamente respetable.
- Pregunta al otro "¿cómo podría ayudarte?" en lugar de predecir: "seguro que lo que le ha pasado es que...".
- Haz la prueba de mirar y escuchar al otro (y al mundo en general) como si fuera la primera vez que lo ves. Muchas veces nuestros prejuicios sobre algo hacen que "acabemos la frase por nuestra cuenta".
- Prueba la técnica de las tres columnas. Con respecto a un hecho concreto que te haya ocurrido con alguien, dibuja tres columnas en un papel (o en el ordenador) y nómbralas para escribir en ellas, por orden, y en la primera, hechos tal cual han sucedido; en la segunda, qué opinión tienes tú al respecto; y en la tercera, qué crees que opina la otra persona.
10 señales que pueden confirmar si eres un empático empático incondicional
Aunque son vistos como personajes ficticios, estas personas realmente existen. A menudo se ven afectados por la energía de otras personas e incluso pueden sentir sus intenciones y acciones. También perciben impulsos espirituales, pensamientos o sensibilidad física. Si te identificas con todo lo que te contamos sobre estas personas y dudas si tú mismo eres empático, desplázate hacia abajo y echa un vistazo a las 10 señales que demuestran si eres un "empático incondicional" sin siquiera saberlo.
1 Un empático tiene un instinto que va mucho más allá de la intuición
No se pueden ocultar las cosas de la empatía porque siempre perciben lo que está pasando. Periodo. Su instinto va mucho más allá de la intuición. Cuanto más se concentren, más claramente sentirán tu estado.
2 Un empático se está sintiendo abrumado en público
Los lugares concurridos como supermercados, centros comerciales, conciertos u otros eventos públicos hacen que se sientan abrumados por los sentimientos porque reciben numerosas emociones de muchas personas.
3 Un empático toma las emociones de otras personas como propias
Estas personas siempre entenderán los motivos de las intenciones de los individuos porque toman sus emociones como propias y pueden predecir cómo afectarán sus acciones.
4 Ver la violencia y la brutalidad puede romper el corazón de un empático
Un empático tiene dificultades para ver o lidiar con la brutalidad o la violencia porque eso le rompe el corazón, y puede empeorar mucho si deja que sus emociones se apoderen de su lado oscuro.
5 Un empático puede detectar una mentira muy fácilmente
Aunque a veces no tienden ni quieren sentir mentiras, no pueden luchar contra su instinto que les dice si la persona sentada a su lado es un mentiroso o no. Las personas transparentes les molestan
6 La gente a menudo te confesará sus problemas y errores si eres empático
La gente promedio ve a un empático como una persona con la que puede confesarse y siempre tiende a contarle sus problemas y errores, no a cargar con sus problemas que un empático esconde tan bien
7 Un empático puede sufrir de dolor de espalda y problemas digestivos
Uno de los siete puntos de chakra y el chakra del plexo solar se encuentran en el centro del abdomen, y es por eso que un empático puede sufrir dolor de espalda o problemas digestivos. Las emociones entrantes también debilitan su sistema biológico al rodear el abdomen, lo que también puede ser una de las razones por las que sufren estos problemas de salud.
8 Las personas miserables siempre atraen la atención de un empático
Las personas que sufren dolor o las personas que sufren por sus propias razones son siempre una atracción para un empático. Un empático nunca llamará la atención cuando necesites ayuda, sino que te echará una mano.
9 La energía de un empático suele agotarse
Tienden a ayudar a otras personas y a compartir energía positiva y compasión, y es por eso que la mayoría de las veces se sienten agotados y cansados. Sin embargo, nunca se sienten arrepentidos por ello, sino complacidos porque lograron ayudar a alguien a sentirse mejor.
10 Un empático es a menudo un adicto
Aunque reciben las emociones de otras personas como propias, los empáticos a veces pueden sentirse completamente agotados y necesitados de una recarga. Es entonces cuando bloquean las emociones. Sin embargo, debido a que no pueden girar fácilmente la cabeza hacia las personas que piden ayuda o parecen necesitarla, los empáticos generalmente recurren al tabaco, el alcohol, las drogas o cualquier otro tipo de supresor que los haga sentir descuidados y relajados.
Una vez que lees las 10 señales de un empático incondicional, y si eres empático, siéntete orgulloso de ti mismo. Las personas como tú son extremadamente raras en estos días.
Síntomas que experimenta un empático con el que lo puedes reconocer
¿A veces te preguntas por qué demonios a quien no le importa mucho nada ni nadie, sientes la necesidad de cuidar de todo y de todos? Estos son los múltiples síntomas (lista exhaustiva aunque no excluyente) que experimentarás si realmente eres empático:
- Absorber los sentimientos de las personas como si fueran tuyos es algo contra lo que no puedes luchar.
- Sentirás un dolor físico en tu cuerpo cuando alguien cercano a ti se acerque físicamente
- Sufres de cansancio constantemente.
- La soledad es tu mejor amiga y tiendes a estar solo para recargar las pilas.
- Tu estado de ánimo cambia constantemente, así como tus estados emocionales durante el día.
- La violencia te rompe el corazón y es algo que no puedes soportar ver
- Escuchas a la gente de verdad, a diferencia de otros que solo fingen escuchar.
- Los animales y los niños pequeños te aman.
- Cuidar de otras personas es algo que sale de ti de forma natural.
- La gente te cuenta sus problemas y te pide consejo.
- Permaneces tan hipersensible al olfato, al tacto, al oído, al gusto, etc.
- El conflicto interpersonal te parece insoportable.
- Lugar abarrotado para drenar tu energía y ponerte ansioso.
- Aunque eres consciente de tu hipersensibilidad, sabes que a veces ser demasiado sensible puede ayudarte a preservar tu alma y proteger a las personas que amas de enfrentarse a una persona más de sangre fría en este mundo de sangre fría.
¿Cuál de los siguientes 5 tipos de empáticos eres?
Si te convenciste a ti mismo de que eres empático, entonces es hora de ver cuál de las siguientes 5 habilidades empáticas se adapta mejor a ti:
1 Lector de emociones: a menudo te sientes totalmente agotado por la presencia de las personas cuyas emociones y energía tomas y sientes como propias.
2 Empatía médica: reconoces y sientes una conciencia del cuerpo físico cuando tratas o lees a las personas. En otras palabras, reconoces qué persona necesita
3 Empatía para las almas: los lugares que te hacen absorber la vieja energía y los sentimientos te están drenando porque tienes el poder de sentir lo que alguna vez sintieron las almas que vivieron allí.
4 Lector de mente y energía: ¿eres capaz de entrar en los pensamientos y ver desde el punto de vista de otras personas? Si es así, entonces tienes el "don" llamado "empatía intelectual".
5 Empatía por el medio ambiente: ¿eres sensible a los desastres, al trauma de otras personas o a la transición en diferentes áreas geográficas? ¿Eres débil por los animales y sientes lástima por la naturaleza y la forma en que la gente continúa destruyéndola a diario? Si es así, entonces tienes empatía con el medio ambiente y ese es tu "don" natural.
Una vez que descubras qué tipo de empático eres y cuál es tu "don" natural, podrás crecer aún más y ayudar a otras personas a comenzar a crecer también.
Los empáticos que están involucrados en las artes espirituales también pueden desarrollarse más si descubren qué regalo enfático recibieron de la naturaleza. Independientemente del regalo que tengas, recuerda que la mejor y más rápida manera de hacerlo crecer es amando tu regalo tal como es.
Todo genial, ¿verdad?
Pero, ¿cómo puede uno "convertirse" en un empático?
Este es un talento con el que se nace desde cierto punto de vista. Hay algunas personas que tienen una facilidad extrema para ser empáticos y pueden entender inmediatamente el estado de ánimo de las personas, qué decir y qué hacer. Pero también es posible aprender a desarrollar esta habilidad con el tiempo y una serie de ejercicios.
Recuerda que, la practica hace a el maestro, así que inicia a observar a las personas y las distintas situaciones de su vida. Ojos abiertos, orejas abiertas y boca cerrada. Observa todo, observa cómo se comporta la gente y analiza detenidamente lo que dicen para entender cuáles son las mejores actitudes y palabras para decir en todas las ocasiones.
Presta atención a sus gestos más que a sus palabras; olvídate de lo que te dicen las palabras y fíjate en el resto de la información: su tono de voz, su postura corporal, su mirada, sus expresiones faciales.
Habla con extraños, empezando por el empleado del supermercado hasta el desconocido que va contigo en el tren, e intenta comprender en qué estado de ánimo se encuentra y experimenta para entender cómo empatizar con él (a este respecto recomiendo un buen libro, El dilema del extraño, de Malcolm Gladwell, que trata de la dificultad de hablar con personas que no conoces).
Cuando hagas una pregunta, hazla con interés y dale espacio, para que se abra, tú debes estar dispuesto a recibir lo que se te quiere compartir. Recuerda de acompañar las preguntas con un lenguaje no verbal que muestre interés, puedes poner tu cuerpo hacia su dirección y mirarle a sus ojos.
Por último, intenta ponerte en el lugar de los demás y ver las cosas desde su punto de vista. Puede que descubras que ver las cosas desde otro ángulo las hace muy diferentes a como las interpretas y empatizar con ellas será mucho más fácil de lo que crees.
Practica siempre estos ejercicios todos los días. Tener una vida social activa es clave para desarrollar la empatía, de lo contrario es como querer ponerse musculoso sin ir nunca al gimnasio, y realmente empezarás a leer a los desconocidos y sus emociones como un libro abierto.
Fuente de la imagen: https://www.danielcolombo.com/Bibliografía consultada:
«Psicología Oscura - Por: Pietro Moretti. Capítulo 6» [PDF]